lunes, 17 de febrero de 2014

Grado 5º Musica Colombiana

Genero Pasillo La ruana: La capa del viejo hidalgo, Se rompe para hacer ruana Y cuatro rayas confunden El castillo y la cabaña, Es fundadora de pueblos Con el tiple y con el hacha, Y con el perro andariego Que se tragó las montañas. Abrigo de macho macho, Cobija de cuna paisa, Sombra fiel de mis abuelos Y tesoro de la patria. Sabor de pecado dulce Y dulce calor de faldas Grita con sus cuatro puntas El abrazo de la ruana. Porque tengo noble ancestro De Don Quijote y Quimbaya, Hice una ruana antioqueña De una capa castellana Por eso cuando sus pliegues Abrazo y ellos me abrazan, Siento que mi ruana altiva Me está abrigando es el alma. Abrigo de macho macho, Cobija de cuna paisa, Sombra fiel de mis abuelos Y tesoro de la patria. Sabor de pecado dulce Y dulce calor de faldas Grita con sus cuatro puntas El abrazo de la ruana. Las Acacias: Ya no vive nadie en ella y a la orilla del camino silenciosa esta la casa se diría que sus puertas se cerraron para siempre se cerraron para siempre sus ventanas Ya no vive nadie en ella y a la orilla del camino silenciosa esta la casa se diría que sus puertas se cerraron para siempre se cerraron para siempre sus ventanas Gime el viento en los aleros desmoronanse las tapias ya sus puertas cabecean combatidas por el viento las acacias, combatidas por el viento las acacias. Dolorido, fatigado de este viaje de la vida he pasado por las puertas de la estancia y una historia me contaron las acacias todo ha muerto, la alegría y el bullicio. Los que fueron la alegría y el calor de aquella casa se marcharon unos muertos y otros vivos que tenían muerta el alma se marcharon para siempre de la casa. Antioqueñita: Antioqueña, que tienes negros los ojos El cabello rizado, los labios rojos, Antioqueñita, antioqueñita La palma del desierto no es tan bonita. Antioqueña, que vives cerca a los montes Donde son mas inmensos los horizontes Por ti daría, por ti daría Los sueños más hermosos del alma mía. Antioqueña, que miras como una diosa Y tienes las mejillas color de rosa Por ti se calma, por ti se calma La tempestad que ruge dentro del alma. Quien pudiera a tu oído decir ternezas Y en tus brazos librarme de mis tristezas Antioqueñita, antioqueñita Del jardín de Colombia la más bonita
El camino de la vida: Deprisa como el viento van pasando los días y las noches de la infancia un ángel nos depara sus cuidados mientras sus manos tejen las distancias Después llegan los años juveniles los juegos los amigos el colegio el alma ya define sus perfiles y empieza el corazón de pronto a cultivar un sueño Y brotan como un manantial las mieles del primer amor el alma ya quiere volar y vuela tras una ilusión Y aprendemos que el dolor y la alegría son la esencia permanente de la vida Y luego cuando somos dos luchando por un ideal formamos un nido de amor refugio que se llama hogar y empezamos otra etapa del camino un hombre una mujer unidos por la fe y la esperanza Los frutos de la unión que Dios bendijo alegran el hogar con su presencia a quien se quiere mas si no a los hijos son la prolongación de la existencia Después cuantos esfuerzos y desvelos para que no les falte nunca nada para que cuando crezcan lleguen lejos y puedan alcanzar esa felicidad tan anhelada Y brotan como un manantial los sueños de su corazón sus almas ya quieren volar y vuelan tras una ilusión y descubren que el dolor y la alegría son la esencia permanente de la vida Mas luego cuando ellos se van algunos sin decir adiós el frió de la soledad golpea nuestro corazón Es por eso amor mió que te pido como le pido a dios si llego a la vejes que estés conmigo Yo tambien tuve 20 años: Yo también tuve 20 años y un corazón vagabundo, yo también tuve alegrías y profundos desengaños. Yo también tuve 20 años que en mi vida florecieron 20 años que a mí llegaron se fueron y no volvieron. Por eso desde la cima de mis ardorosos años, miro pasar hoy la vida sin que me haga bien ni daño, porque tuve la fortuna de vivirla sin engaños, para contar sin nostalgia que también tuve 20 años. Los guaduales: Lloran, lloran los guaduales porque también tienen alma; y los he visto llorando, y los he visto llorando cuando en las tardes los estremece el viento en los valles. (BIS) También los he visto alegres entrelazados mirarse al río; danzar al agreste canto que dan las mirlas y las cigarras. Envueltos en polvaredas que se levantan en los caminos; caminos que azota el viento al paso alegre del campesino. (bis) Y todos vamos llorando o cantando por la vida. Somos como los guaduales a la vera del camino.